Antigua Plaza de Abastos

Mayo de 1930  -  (Fuente: Revista "El pájaro azul")
La señora Ascensión vendiendo fruta en su puesto número 11

«Camino de nuestra reformada Plaza de Abastos he visto, en varias esquinas de nuestra pulcra capital, mujeres sentadas vendiendo pescado. Al amigo que me acompaña le ha llenado de complacencia el espectáculo. En la plaza, como todos los jueves, hay mucha animación.

- Hola, señora Ascensión, tiene usted mucho surtido; aunque los precios estarán caros, supongo.

- Es cierto. No se puede vender más barato, pero creo que se vende poco porque no hay dinero.

- ¿Qué fruta es la que vende usted más y... puede decirme por qué está tan cara la fruta?

- Hasta ahora se ha vendido la naranja. Ahora, empieza la cereza y más tarde, la uva. ¿Cara la fruta? ¿Sabe Vd. cuánto pago de impuestos? Por este puesto, una barbaridad: diez reales diarios.

- Bueno, señora Ascensión, rece usted mucho a Santa Rita para ver si nos hace ricos a todos los vitorianos y para que en el Ayuntamiento se acuerden de rebajar las tarifas».  (Fuente: "Beana" - año 1930)