Escuelas de Nieves Cano

26 de mayo de 1964
Simulacro de evacuación en la Escuela Profesional

«La rutina de los alumnos de las Escuelas Diocesanas de Nieves Cano se rompió por completo el 26 de mayo de 1964 con un simulacro de evacuación. En el despacho del director del centro, Pedro Ortiz de Zúñiga, sonaron las alarmas y éste informó a los profesores de que un cortocircuito había producido un incendio en la sala de máquinas de la planta baja. “Con orden y serenidad”, los profesores ordenaron el desalojo y se congregaron en el patio de deportes. La lucha contra el fuego no daba resultado y la dirección avisó al servicio de incendios. Transeúntes curiosos se apostaron en los jardines cercanos para no perderse ni un movimiento del operativo de emergencias y de los propios chavales que se arremolinaron en la barandilla del primer piso. Veinte agentes con sus uniformes y cascos tensaban una lona para que los alumnos se fuesen tirando. Al final, el simulacro fue un día especial».  (Fuente: www.elcorreo.com)

Día de fiesta en Agurain

Hacia el año 1950 - (Autor: Gerardo López de Guereñu ) - (Fuente: Archivo Ruiz de Eguino)
Recogida de muebles viejos para la hoguera de San Juanico

«De siempre el fuego en todas las culturas ha tenido propiedades mágicas, tanto al propio fuego como al humo que desprenden estas hogueras se le han atribuido cualidades mágicas, medicinales y renovadoras. No es casualidad que en la hoguera de ´San Juan Degollao´ los niños recojan trastos viejos y otros objetos que en las casas se arrinconan para quemarlos. Hasta hace unos años se quemaban los pellejos de vino que el botero y el jefe de la alhóndiga suministraban a los niños, además de las ulagas (plantas secas) que con un carro se recogían por las eras y barrios de Salvatierra. Unos días antes de la fiesta los niños se organizaban para recorrer las eras y pedir a los labradores los vencejos de atar los cereales y que, después de guardar en el pajar los necesarios para quemar la piel del cerdo que se pelaba en la matanza, los amontonaban a un lado de la era para ser quemados en la hoguera de la noche de San Juanico».  (Fuente: Kepa Ruiz de Eguino)

La "Cuchi" y la Cuesta

Año 1920
Entrada a la calle Cuchillería, a la Cuesta de San Vicente y a la Plaza del Machete

«Fue conocido un notable taller de tornería, denominado "El chimbo", que luego se trasladó a la Ronda del Mediodía. Descendientes suyos son la familia Saint-Bois. Estaba en el número 27. En el número 34, una de las mansiones que ostenta un hermoso escudo nobiliario, habitó a principios del siglo XIX don Miguel Ramón de Zumalde, célebre canónigo Magistral de la Catedral vitoriana. Varios canónigos tuvieron su domicilio en esta calle, dada la proximidad al referido templo, la fachada de cuyas dependencias da a esta misma calle, señaladas actualmente con los números 95 y 97. En el 60 tuvo su taller Román Goicoechea, ebanista. Pasado el cantón de San Francisco Javier, en la primera casa a la derecha estuvo el establecimiento de bebidas conocido por "El rata", que en su tiempo era de los más frecuentados. En el número 59 nació el notable músico Pedro Fernández de Retana, fundador y primer director del Orfeón Vergarés».  (Fuente: Venancio del Val)

Fábrica de Ajuria y Aranzábal

Hacia el año 1935 - (Autor: Ceferino Yanguas) - (Fuente: AMVG)
"La Meta", la vieja y colosal factoría vitoriana

«La fábrica metalúrgica, que durante años fue el único referente en el lugar donde ahora se asienta el barrio de San Martín, tuvo varios socios y diversos nombres, pero los vitorianos la conocían como ‘La Meta’. Fue una de las primeras grandes fábricas vitorianas y por ello se mantiene en la memoria colectiva de los vitorianos. También porque permaneció en Vitoria hasta la década de 1970 y porque dio empleo a miles de trabajadores. Se trata de La Metalúrgica Vitoriana, más conocida entre los vitorianos como 'La Meta'. Inaugurada en el año 1902, la colosal fábrica llegó a ocupar todo el espacio entre Adriano VI y Tomás de Zumárraga. Hacia 1910 fue adquirida por Segundo Aranzábal, que en 1911 se unió al industrial bilbaíno Serafín Ajuria. Con el registro del nuevo nombre, se convertiría en una de las empresas más fuertes de la zona y en ella montaron el primer horno eléctrico de España para elaborar acero».  (Fuente: Sergio Carracedo)

Escaleras de la Diputación

Hacia el año 1905 - (Autor: Lorenzo Elorza) - (Fuente: ATHA)
Las reformas han dado belleza y grandiosidad al Palacio de la Provincia

Vista del cortejo de Diputación, vestidos con traje y sombrero de copa, precedido por tres miñones y una pareja de maceros, en las escalinatas de acceso al palacio de la Diputación. A la derecha figura la escultura, obra de Carlos Imbert, de Prudencio María de Verástegui.

«Se proyectó la construcción del palacio en vistas de que no tenían uno propio donde residir los rectores de la provincia, que solían celebrar sus Juntas Generales de Vitoria la mayoría de las veces en una sala del derribado convento de San Francisco, habiéndose celebrado también en la casa del diputado general y en los últimos tiempos en el palacio del conde de Villafuente, en la calle Pintorería. Iba a haberse levantado en un principio el Palacio de la Diputación entre la Herrería y Generalísimo Franco, frente a la Plaza de la Virgen Blanca. Luego se pensó, al final de la calle del Prado, hasta que al fin se decidió su actual emplazamiento».  (Fuente: Revista "Vida Vasca" - año 1942)

Procesión de mujeres

Año 1934 - (Autor: Pascual Marín) - (Fuente: Kutxateka)
Celebración religiosa por la Plaza del General Loma

«En esta plaza está el convento de San Antonio, cuya iglesia está dedicada a la Purísima Concepción. En la fachada se encuentran las imágenes de San Francisco de Asís y de San Antonio de Padua. Hace unos años fue sustituido el anterior retablo por otro que bajo el diseño del arquitecto don Fausto Íñiguez de Betolaza hizo la Casa Apellániz. En el pórtico, según se entra a la izquierda, aparece un gran escudo de la Orden de San Francisco, que procede del derruido convento de este nombre, que lo ostentaba sobre su tachada principal, y que se trasladó al lugar que hoy lo ocupa el año 1930, al ser derruido aquel notable monumento histórico-artístico. De la misma iglesia procede la imagen de Nuestra Señora de los Remedios. En estos últimos años se han realizado muy importantes obras de mejora y restauración de esta iglesia, muy visitada de los vitorianos, debido al interés de su capellán, don Rafael Martínez Argote».  (Fuente: Venancio del Val)

Calle Kutxa

Hacia el año 1957 - (Autor: Santiago Arina) - (Fuente: AMVG)
Entre el Portal de Aldave y la calle Eulogio Serdán

«El 8 de junio de 1960 se dio el nombre de "La Ciudadela" a la plazuela que resultaba entre las calles de Aldave, Cruz Blanca, Domingo Beltrán y Coronación de la Virgen Blanca, para recordar el lugar que, a punto de desaparecer, por la nueva urbanización, lo ostentaba en sus proximidades. Se hallaba dentro de la calle de Aldabe, donde actualmente se abre por el mismo lugar la calle denominada "Kutxa". El nombre de "La Ciudadela" lo ostentaba desde antiguo, con aspecto de plaza rural, que mantuvo hasta su desaparición, ocultamente. Estaba integrada por nueve casitas. Hasta los últimos tiempos se mantuvo una de las curtiderías que abundaron en esta zona, de la que era titular Juana Baraja, viuda de Pérez de Heredia. También hubo una jabonería. En noviembre de 1978 quedó instalada en esta plaza la Asociación de Txistularis del País Vasco».  (Fuente: Venancio del Val - año 1979)

Iglesia y casas de Otaza

Hacia el año 1975
El pueblo fue destruido para construir el aeropuerto de Foronda

«La pista de La Llanada se 'comió' tierras de Foronda, Antezana, Aránguiz, Guereñu, Lopidana, Mendiguren, Estarrona y Otaza. Este último directamente desapareció, tras quedar reducido a escombros en 1979 para construir el aeropuerto. Unos pocos vecinos contemplaron cómo se tiraban abajo cuatro casas de labranza, la iglesia y la granja. El desvío del río Zalla se sumó a esos cambios en la nueva e innovadora estampa de La Llanada. Todo estaba listo para levantar el nuevo aeropuerto, con la 'primera piedra' que se colocó en 1977 de la mano de empresas como Marconi, Onaindia y Yarritu, entre otras. Pista, ubicación, instalaciones... colocan a Foronda en la élite. Con tres kilómetros y medio, es una de las pistas más largas de España, lo que le permite albergar grandes aeronaves. Es el único aeropuerto del país promovido, financiado e inaugurado por una diputación. Las obras costaron 3.000 millones de pesetas».  (Fuente: Saioa Echezarra)