Las obras de la nueva catedral, a comienzos del siglo XX
"Luis Martínez, autor del libro La tierra de los pilares, afirma que algunos canteros que realizan edificios históricos sucumben a la tentación de dejar alguna travesura en sus obras. En general, son bastante gamberros. Recuerda que los que trabajaban en la Catedral Nueva de Vitoria dedicaron al obispo Cadena y Eleta un diablillo con un pico de cantero en la mano, como respuesta a su orden de traer la piedra para erigir el templo de su pueblo natal de Pitillas (Navarra), a pesar de que había canteras mucho más cercanas". (Fuente: www.diariosur.com)
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