Iglesia de San Pedro

(Autor: Foto ARQUÉ) - (Fuente: Fundación Sancho el Sabio) 

Tiene su entrada por la calle de la Herrería

«Es un templo ojival semejante al de Santa María. Sobre la entrada destaca su sencillo y ancho pórtico, y los doseletes y labores que debieron adornar a las estatuas, que no se colocaron, en la vuelta de su bonito ábside. Se halla el ingreso sobre el brazo de la Epístola de su pequeño crucero, y tiene otra puerta en el lado opuesto. 

¿Por qué no se abre una principal y necesaria al pie de la nave mayor sobre la calle de las Cercas, hoy en que ni hay muralla, y en que el Zapardiel está cubierto, que fue lo que impidió que se abriera desde un principio? Una sencilla puerta facilitaría el acceso del vecindario. Junto a la puerta está la capilla bautismal; y en la nave inmediata: la curiosa capilla de los Reyes, obra plateresca, y en ella un enterramiento con un buen cuadro; la entrada a la sacristía que ostenta una magnífica mesa de mármol de Cuartango y la subida al coro».  (Fuente: Ricardo Becerro de Bengoa - año 1876)  

Calle Herrería

Hacia el año 1950 - (Autor: Gerardo López de Guereñu) - (Fuente: ATHA) 

Niños a la altura del Cantón de las Carnicerías

«Es su nombre primitivo. Se le dio este título en el reinado de Alfonso VIII de Castilla. Principia en la plaza de la Virgen Blanca y termina en el campo de los Sogueros. Hacia la mitad de la calle y en su acera izquierda está la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol. En el núm. 78 fue donde nació el erudito historiador alavés don José Joaquín de Landázuri y Romarate».  (Fuente: José Colá y Goiti - año 1901)

«Sobre la plazuela de Santo Domingo se alza el palacio de Velasco, y pasada la fuente de los patos vivían: Doña Francisca Irala y los Velascos de Villadiego; frente al gran cantón que baja de las Carnicerías, el escribano D. José García de Andoin; y en la casa de la izquierda de dicha bajada, D. Quintín Casas. En la tercera vecindad más allá del arco, había varias casas de antiguos títulos, en algunas de las cuales vivían: el escribano Sárate, y el Sr. Urrechu, tío de D. Diego, y al final de ella estaba el palacio de los marqueses de la Alameda».  (Fuente: Ricardo Becerro de Bengoa - año 1896)

Colegio Corazonistas

Hacia el año 1912 - (Autor: Enrique Guinea) - (Fuente: AMVG) 

Los Hermanos Corazonistas llegaron a Vitoria el 10 de mayo de 1904

«La influencia de las asociaciones religiosas fue importante tanto por el número elevado de ellas como por sus efectos en la sociedad vitoriana. En el censo del año 1910 el total de miembros del clero en Vitoria era de 751. En una ciudad de poca población, estos cientos de religiosos suponían una cifra similar a la que formaban los individuos dedicados al comercio, y superior a la de todas las profesiones liberales y funcionariado juntas. Se dedicaban a la enseñanza, que estaba monopolizada por ellos, sobre todo en lo que se refería a los hijos de las clases altas. Un número importante de colegios privados de primera enseñanza, y por lo general los mejores dotados y con mayor alumnado, se asentaron en las capitales de las provincias. Los colegios religiosos de chicos que se asentaron en Vitoria en aquella época fueron: Jesuitas, Marianistas, San Viator y Corazonistas. Todos ellos fueron fundados por religiosos franceses».  (Fuente: Beatriz Garai)

Vista de Vitoria, hacia 1910

Hacia el año 1910 - (Autor: Lorenzo Elorza) - (Fuente: ATHA) 

Al fondo las torres de San Pedro, San Miguel y Santa María

«En la primera mitad del siglo XX el crecimiento urbano de Vitoria-Gasteiz fue lento. La vida de la ciudad estaba muy influenciada por los curas y los militares. En 1861 se creó la diócesis de Vitoria, por la intensidad de su vida eclesiástica. Se fueron creando diversos cuarteles: en el antiguo paseo del Cuarto de Hora, en la calle La Paz y en la avenida Santiago. Entre 1889 y 1968 funcionó el ferrocarril Vasco-Navarro, cuya estación estaba en la calle Los Herrán. En el centro, en los terrenos del antiguo convento de San Francisco, se levantó la manzana de casas de la Caja de Ahorros Municipal y se construyeron los edificios del Gobierno. En la periferia se construyeron zonas residenciales ajardinadas: los chalets del Paseo de Fray Francisco, destinados a las clases altas; los de la Ciudad Jardín, a las clases medias acomodadas; y las Casas Baratas de Judimendi y del Paseo de la Zumaquera, a trabajadores de menor nivel social».  (Fuente: Ernesto Villapún)

Estanco de "La Marrana"

Las hermanas Beatriz y Pili atendían en la peculiar tienda

«El estanco de "La marrana" era una tienda que estaba entre las calles Siervas de Jesús y Cercas Bajas. En aquella tienda, cerrada ya hace mucho tiempo, se podía comprar cualquier cosa, era una especie de arcaica tienda de ´todo a cien´. En aquel pequeño establecimiento se podía encontrar de todo un poco. Como curiosidad hay que comentar que existía una canción que decía así: “Dos cosas tiene Vitoria... “oria”, que no las tiene Jaén... “eeeen”: el estanco de la Marrana y el hombre del Parisién”».  (Fuente: www.elestandodelamarrana.blogspot.com)

«En realidad era el estanco de Beatriz. Era así como se llamaba la dueña. El apodo "la marrana" era debido al revoltijo de cosas que tenía allí apiladas, aunque ella sabía donde las tenía generalmente. En el primer piso de la casa de la foto, vivía la familia Menoyo».  (Fuente: Vitorianica Vtv)

«Tenían un hermano que estaba en la trastienda; pero no solía salir al mostrador».  (Fuente: Kepa Agirre)

Recibimiento a la División Azul

17 de junio de 1942 - (Autor: Enrique Guinea) - (Fuente: AMVG) 

Las autoridades esperando a los voluntarios en la plaza del Arca

«Aquellos divisionarios habían salido de España arropados por multitudes y un año más tarde regresaban también entre aclamaciones. La popularidad de la que seguía gozando la División Azul se refleja en aquellas apoteósicas recepciones que se organizarían para los batallones de repatriación. Las ciudades se disputaban lo que parecía todo un privilegio; que un batallón llegara a su estación y fuera agasajado en público, tras el inevitable desfile en la principal arteria urbana. Los voluntarios de julio de 1941, que habían sido despedidos con entusiasmo, regresaron a lo largo de 1942 a una patria que los recibía con enfervorizadas muestras de cariño. Un segundo batallón de repatriados partió de Rusia el 29 de mayo, llegando a España el 16 de junio. En este caso, el batallón se dislocó en Vitoria el día 17, y también esta ciudad tributó a los recién llegados un caluroso recibimiento».  (Fuente: Carlos Caballero Jurado)

Cuartel de Santa Teresa

(Fuente: www.pares.mcu.es) 

A pocos metros del Monasterio de Las Salesas

«El 7 de agosto de 1937, un gran incendio y grandes explosiones destruyeron el parque de artillería de la capital alavesa, situado junto al cuartel de Flandes. Las religiosas cuentan que uno de los proyectiles cayó sobre la habitación en la que se habían refugiado, pero no llegó a detonar. El parque de Artillería era una dependencia situada en el antiguo cuartel de Santa Teresa, construido en 1886, y anterior al de Flandes (de 1893) que también llevaba el nombre del General Loma. Compartía espacio con Intendencia, un recinto con almacenes y edificios de la administración militar y el área de reclutas entre otros departamentos, lo que convertía a esta zona, el paseo del Cuarto de Hora, en un bastión militar. Durante la Guerra Civil, esta zona tenía una especial actividad. En agosto de 1937 Vitoria servía de acumulación de material de guerra. Lo sorprendente es que la prensa local no recogiese nada de lo ocurrido».  (Fuente: Francisco Góngora)

Las fiestas de Llodio

Las fiestas de San Roque comienzan el 15 de agosto

«Desde el primer domingo de agosto la imagen del Glorioso Patrono recibe el culto en nuestra parroquia de San Pedro de Lamuza. El día de la Cofradía, procesionalmente se retorna a su ermita, acompañada de una muchedumbre de cofrades y devotos. El grupo de Danzas que vemos en la fotografía habrá bailado momentos antes en su honor. Los txistularis con el himno de San Ignacio encabezan la marcha. Las "cuadrillas", como buenos llodianos, se suman al cortejo, algunas presididas por su pancarta. Los rezos y cantos por la cuesta de San Roque son como el eco de los de nuestros abuelos...»

«Las fiestas que se celebran en Llodio-Laudio se distribuyen en cinco meses y están relacionadas de manera directa con las ermitas existentes en la localidad: Santa María del Yermo, Santa Lucía, San Juan de Astobitzako, Santa Cruz de Gardea, Santa Águeda, San Bartolomé de Larra...»