30 de marzo de 1957 - (Autor: Santiago Arina) - (Fuente: AMVG)
Vista aérea del colegio religioso de la calle Luis Heintz
«Los marianistas franceses llegaron a España en 1887. Fundaron el primer colegio en San Sebastián. Al año siguiente lo harían en Jerez y posteriormente en Vitoria y Cádiz. En poco tiempo hubo un gran crecimiento, tanto de religiosos como de obras educativas. Entre otras razones, se debía al éxito de la propuesta pedagógica innovadora que aportaban los marianistas y a la realidad social y religiosa de nuestro país en la primera mitad del siglo XX».
«En Vitoria todo comenzó un 11 de abril de 1889. En esa fecha llegaron a nuestra ciudad que contaba con 28.000 habitantes los dos primeros marianistas, ambos franceses: D. Clemente Gabel y P. Lorber. Se instalaron en el antiguo palacio episcopal de El Campillo, donde empezaron a dar las clases el 5 de mayo de 1890 con cinco alumnos, que en octubre aumentarían hasta poder formar tres aulas, y en noviembre se trasladarían a la actual ubicación». (Fuente: José Luis del Campo)
" ... nuestro Colegio, el todavía no agrandado; el de la entrada por la calle Castilla, con la alameda de acacias y un seto que la dividía en dos largas zonas, el de los dos amplios patios al sur, bien soleados, con sus dos cobertizos protectores de lluvias y solazos, sus pudibundas filas de retretes-fumaderos y su florido jardincillo central, protegido por verjas de respeto poco respetadas, que oyeron Dios sabe qué íntimas conversaciones de los que en ellas se apoyaban indolentemente, mientras esperaban el ya próximo ‘tan-tan’ de la campana, ¡ah! y en el centro el jardín y sobre pétreo pedestal, la blanca estatua de la Virgen de Lourdes –simpático recuerdo de los fundadores franceses – que daba a todos la bienvenida. (fuente: P. Francisco Armentia Mitarte)
ResponderEliminar"Me encuentro ante la verja que rodea los terrenos, un tanto mermados, de mi viejo colegio. Acabo de cruzar la calle Micaela J. Portilla. En el lugar ocupado por esta nueva calzada se hallaba la verdadera puerta de acceso al recinto escolar. A la izquierda, en palabras del P. Armentia, se alzaba ‘un caserón grande y algo misterioso para los alumnos del colegio’, pues en él residieron algo más de una docena de ancianos marianistas franceses cuando se ordenó allí la expulsión de religiosos en 1903. La entrada oficial al Colegio consistía en un pequeño paseo, a lo largo del cual, a ambos lados, se encontraban los patios de recreo. Las obras de ampliación del colegio se iniciaron en 1946. A tal fin se construyó una nueva edificación a lo largo de la calle de D. Luis Heintz, uno de los fundadores del colegio de Vitoria que luego inauguraría también el del Pilar de Madrid. En esta calle es donde se abre actualmente la entrada principal. No queda rastro alguno de la rotonda de la Virgen, ni de los árboles que tanta sombra daban en las primeras tardes de primavera, ni cobertizos, ni urinarios, ni locales como los de la lavandería u otros servicios. Tan sólo una explanada de cemento sobre la que se alzan un par de canastas de baloncesto, y en donde surgen nuevas y cerradas instalaciones deportivas, allá donde se hallaba el frontón grande y abierto de pelota, y que se extienden, además, por una gran parte del espacio ocupado anteriormente por el frondoso parque". (Ricardo Prim Salinas, alumno entre 1931 y1943).
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