Año 1973 - (Autor: Foto ARQUÉ)
Manolo González, elaborando sus deliciosos barquillos
«Hay oficios que son ya historia. Uno que a buen seguro trae dulces recuerdos a quienes hoy peinan canas, pero que cuando eran niños disfrutaban del sabor de los barquillos. Manolo vendió barquillos por las calles de Vitoria y era hijo de barquillero. Manolo González Gutiérrez, cuando era un chaval, andaba de aquí para allá dando vueltas con sus barquillos, mientras que su padre tenía el obrador en el cantón de San Francisco Javier. Luego, se situó en los soportales de la Plaza España, junto a Sastrería Ibarreta. A su lado, estaba el puesto de almendras garrapiñadas. Manolo solía colocarse en la plaza de la Virgen Blanca para ofrecer los barquillos a los que salían de la misa de San Miguel. También, solía ponerse en La Florida, cerca del kiosco del baile, o cerca de Mendizorroza cuando había fútbol. Además, vendían cucuruchos para las heladerías vitorianas». (Fuente: www.eitb.eu) PULSA EN EL ENLACE : ESCUCHA LA ENTREVISTA
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