Vistas de Vitoria, en 1927

Hacia el año 1927
La parte nueva carece de historia, pero no está exenta de hermosura

«Vitoria, con sus calles cargadas de historia, calles típicas, que vieron juegos de niños que habrían de ser grandes hombres. Yo quisiera que todos los vitorianos, al ver esas rúas retorcidas que son el centro y el corazón de Vitoria, no veamos tan sólo sus paredes desconchadas, sus pinturas cubiertas por el polvo de cientos de años, sino que alcanzáramos a verlas con amor, imaginándolas en su plenitud vital, cuando discurrían alegres y eran lo más bello y pintoresco de la capital. Vitoria, la chiquita, ha llevado su aliento y su fe en todas las direcciones, cual explosión multicolor de un corazón altruista que rebosa cultura, en sus hombres heroicos que la llevaron en sus naves y la difundieron haciéndola presente y patente. Vitoria es una ciudad pequeña, que vive de cara al progreso y la cultura. Y sin embargo, en las piedras de sus edificios conserva su rica historia como un poema escrito con sangre brillante de héroes».  (Fuente: José Luis Villaverde Cano - año 1964)