Año 1942
Obreras del secadero de tabaco, cerca del caserío Zamora o Zamaura
Obreras del secadero de tabaco, cerca del caserío Zamora o Zamaura
«El tabaco necesitaba mucha mano de obra. Las mujeres que solían trabajar en el vivero de Artxanda bajaban al secadero. Aun así no eran suficientes por lo que era necesario contratar a bastantes más mujeres para poder desarrollar todas las tareas. Más de 30 mujeres trabajaban sin descanso en el secadero. Se escogieron a trabajadoras por su sueldo menor. Las mujeres trabajaban a jornada partida, de 8 a 12 y de 2 a 6. Al mediodía iban a comer a casa andando. Tras este intenso mes de trabajo, las mujeres volvían a sus casas. Cuando finalizaba el secado eran llamadas de nuevo para apilar las hojas secas y enfardar el tabaco. Se pasaban muchas horas haciendo "manillas" (pequeños manojos de hojas). La nicotina y el fino polvo que desprendía el tabaco se pegaban a las manos y dificultaba la respiración. Con el transporte del tabaco y el pago a las trabajadoras concluían las tareas hasta el año siguiente». (Fuente: Ramón Zurimendi y Conchi Aguillo)
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