Tres campesinos muestran sus arados en un jardín céntrico de Vitoria
"Además de las antiguas ordenanzas municipales, existen varias relativas al buen gobierno y cuidado de la ciudad, dictadas por los alcaldes, y mediante las cuales, el orden, la higiene, el ornato y otras necesarias condiciones de vida del vecindario, se atienden con notable celo. El municipio cuida por su cuenta de la policía urbana, y para la limpieza y riego hay una numerosa cuadrilla de barrenderos, uniformados; y bastantes carros, con campanillas de aviso. Un alguacil tiene á su cargo la vigilancia y dirección de este trabajo. La limpieza se hace temprano y con esmero, y las calles y plazas aparecen siempre limpias, sin que ni aun ni en las últimas y mas retiradas se vean basuras inmundicias. Durante la buena temporada del año se riegan todas ellas, así como los paseos, habiendo para el efecto carros-cubas de ingeniosa disposición".
(Fuente: Ricardo Becerro de Bengoa - año 1876)
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