Calor excesivo, lluvia y granizo
Vitoria-Gasteiz queda cubierta por un manto blanco. Truenos aislados avisan unos segundos antes. La estampa se repite con frecuencia durante los veranos, después de una jornada calurosa. La lluvia se convierte en granizo de considerables dimensiones, que golpea con fuerza ventanas y vehículos. La tromba anega algunas zonas de la ciudad y complica la circulación. Coge por sorpresa a los conductores, que oyen un estruendo cuando las bolas de hielo golpean la chapa de sus coches.
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