Plaza de la Virgen Blanca

Año 1972 - (Autor: Foto ARQUÉ) - (Fuente: AMVG)
El hombre del parisien junto al monumento de la Plaza Mayor

«El muro interior del antiguo recinto cerraba el frente de las tres calles Correría, Zapatería y Herrería con sus almenados Portales ó entradas, y subiendo por detrás de San Miguel con espeso muro que aún puede verse, alcanzaba á San Vicente y Cuchillería. Este espacio comprendido entre el muro exterior é interior se llamaba Plaza Mayor, no sé por qué, pues fuera de la fachada, de las tres calles y San Miguel en todo lo restante del perímetro apenas si cerraban el contorno algunos separados edificios. Tenemos pues una llamada Plaza Mayor, cuyo lado Norte está formado por la entrada de las tres calles y San Miguel; el de Poniente por la cerca, Portal de Santa Clara y San Antonio; por el Sur una cerca casi derruida, dejando fuera el llamado Rabal ó Arrabal en que se alineaban algunas casas de labradores y posadas; y al Este el Hospital de Santiago, hoy teatro, y una cerca hasta la entrada de la Cuchillería».  (Autor: Ladislao de Velasco - año 1889)

Hospital de Santiago

Año 1966 - (Autor: Alberto Schommer) - (Fuente: Photo Araba)
Apertura del curso de Enfermería en la Casa del Cordón

«La evolución de la profesión de Enfermería en el Hospital de Santiago puede seguirse a partir de las ordenanzas y reglamentos que rigieron el establecimiento y que determinan claramente las funciones de los distintos profesionales que realizan su labor en el mismo. En este sentido, a pesar de la proliferación de términos que aluden a oficios auxiliares del médico y cirujano (sangrador, cirujano menor, de segunda, de tercera, romancista, ministrante, barbero, sangrador, practicante, etc.) que aparecen o coexisten a lo largo del siglo XIX, al menos hasta la unificación y reconocimiento del título de practicante (1857), en la reglamentación hallada, al margen de la figura del Enfermero Mayor heredada de una organización previa y que durará probablemente hasta 1826, nos encontramos solamente con la figura del practicante o ayudante, auxiliada por enfermeros hasta la llegada de las Hijas de la Caridad que ocuparon ese lugar».  (Fuente: Manuel Ferreiro)

Hotel Quintanilla

(Fuente: www.todocolección.com)
El comedor, el salón de visitas, un cuarto de baño y un dormitorio

«En 1847 abrió sus puertas el hotel Quintanilla, el más lujoso sin duda de Vitoria y uno de los mejores de la España isabelina. Su majestuosidad aún se intuye en una de las cuatro esquinas entre las calles de Eduardo Dato y San Prudencio, la que durante casi un siglo ha exhibido la cartelera de los cines y teatros de la zona. En el establecimiento se hablaba inglés y francés y tras el gran portón de acceso, donde se ubica el actual bar Casablanca, había un espacio para el estacionamiento de calesas. En el año 1925, la familia Anitua, que residía en el actual colegio Vera Cruz, adquirió el inmueble como viviendas. La calle se había convertido en una de las arterias más cotizadas de la ciudad, con el tramo hacia la calle San Antonio recién abierto y con el Teatro Príncipe o el Banco de Vizcaya a punto de inaugurarse. Pedro José León Anitua Gaviña encargó el proyecto de reforma del edificio al arquitecto Luis Díaz Tolosana».  (Fuente: Iker Rioja Andueza)

Fútbol: Vitoria-Mondragón

Año 1957 - (Autor: Alberto Scgommer) - (Fuente: Photo Araba)
Equipo del Vitoria Chiqui antes de comenzar el partido

«La alineación del equipo vitoriano: Julito; Pana, Verde, Unamuno; Narciso, Chubio; Santi, Legorburu, Laza, Cucho y Marianin. Mucho público en Villa-Nieves, aunque sin llegar a alcanzar la entrada conseguida el día del partido contra el Urko. Se venció 3 a 1 con todo merecimiento, aunque el resultado final no refleje lo sucedido en el transcurso del encuentro. El Mondragón era más temido que el Urko y el Vergara. Con la presentación sobre el terreno de juego de estos corpulentos muchachos, el público preveía un resultado más incómodo. Así el Chiqui se colocaba en cabeza, compartiendo el primer lugar con los vergareses. A los 20 minutos vino el primer tanto a disparo de Santi. A los 32 minutos llegó el segundo tanto, obra de Legorburu. En la segunda mitad atacaron más los forasteros, pero los vitorianos consiguieron el tercer tanto de un saque de esquina sacado por Cucho que Legorburu remató a la red. A falta de un minuto para el final los guipuzcoanos consiguieron su único tanto».  (Fuente: "Don Pepito" - Periódico "Pensamiento Alavés)

Calle Jesús Guridi

Febrero de 1972 - (Autor: Foto ARQUÉ) - (Fuente: AMVG)
El cuartel dejó sitio a la Plaza Santa Bárbara y Galerías Preciados 

«El llamado polígono de Desamparadas adoptó el nombre del convento de las Oblatas y de la posterior iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados. Aprobado el proyecto en 1969, planteaba la consolidación de un barrio residencial con un gran espacio público en el centro: una plaza con parque y jardines. Derribada la cárcel de la calle La Paz y los cuarteles de Artillería se liberó un inmenso solar, que dio para construir viviendas, crear la plaza de Santa Bárbara, reubicar la Plaza de Abastos y acoger el gran centro comercial Galerías Preciados, hoy El Corte Inglés. Se prolongó la calle Postas hasta la de Los Herrán al desaparecer la prisión y también se abrió el segundo tramo de la calle Jesús Guridi, de Pío XII hasta La Paz. Primero se levantó el Nuevo Mercado de Abastos, con un presupuesto de 82 millones de pesetas. Y después, en el año 1975, se presentó el boceto de Enrique García para la edificación de los grandes almacenes».

Carnavales, en 1932

Año 1932 - (Autor: Ceferino Yanguas) - (Fuente: Periódico "La Libertad")
Grupo de niños vitorianos disfrazados en tiempos de la República

«Momo se fué desde que un Decreto suprimió la algazara callejera. La fiesta carnavalesca quedó reducida en la calle a esto que véis aquí, a la exhibición de trajes por la grey infantil. La placa recoge a varios niños de la ciudad, que lograron retener la mirada curiosa de sus convecinos "con cédula", y con cierta pelusilla -muy humana y disculpable- por "los otros" niños...».

«Pasaron los Carnavales de Vitoria, pasó el reinado de la locura y las noches de orgía y bacanal, para dar paso y lugar a una época de meditación y recogimiento. Al estruendo de los bailes, sucede el silencio de la oración que se murmura piadosa; a la satisfacción excesiva y perjudicial de la gula, sucede la mortificación higiénica y piadosa de los ayunos, vigilias y penitencias. Ahora aparecen la falsa virtud, la honradez de contrabando y la fingida modestia, vestidas con atavíos que las hacen pasar por buenas y legítimas a los ojos del mundo».  (Fuente: Fermín Herrán - año 1879)

Niñas vitorianas en Carnaval

Año 1933  -  (Fuente: Photo Araba)
Los Carnavales ya se celebraban en Vitoria en el año 1679

«La ilusión y fusión de nervios están latentes en todo el recorrido en el que, a medida que se avanza entre la multitud y algarabía, se siente la ilusión y el calor de la gente animando la fiesta, se hace corto el camino desde el centro cívico Iparralde hasta el parque de La Florida. Minutos antes de arrancar, la tensión y alegría están latentes, “…colócame este imperdible, píntame este rabillo del ojo, sonido, puesta en escena…” Se pretende que todos los detalles estén perfectos para que el resultado sea disfrutado por todos los vitorianos para los que el desfile de carnaval es una tradición, una experiencia única que sólo puede vivirse en esta época del año. Las alegres fiestas del Carnaval eran en Vitoria de antigua tradición y de profundo arraigo en todas sus capas sociales. El Carnaval callejero vitoriano se veía siempre concurrido de una abigarrada multitud, atraída por el rumor de la “trolla”: el ruido característico del Carnaval».  (Fuente: Patricia López Gómez)