Arreglando la arena de la plaza
Hasta el año 1851, los espectáculos taurinos de Vitoria se celebraban en la Plaza de España. Ese año se construyó la primera plaza de toros de la ciudad, en los terrenos situados entre las actuales calles Olaguíbel y Fueros, en el tramo conocido por "El Resbaladero". En 1876, pasó a ser propiedad de Gregorio Peláez, que la cedió después a su hijo Ventura. Éste, debido a la escasa capacidad para albergar al público, decidió construir una nueva plaza.