«El edificio del seminario engaña. Detrás de su fachada de piedra gris de estilo regionalista en boga en los años de 1930, se esconde la primera obra de hormigón armado que se hizo en Vitoria. Su arquitecto, Pedro de Asúa, hizo una obra destinada a durar. También guarda un secreto. Fue costeado con una fortuna traída de Cuba, amasada por uno de los grandes negreros de la historia, el alavés Julián Zulueta. Su hija menor, Elvira, redimió las culpas del padre donando un legado de 3 millones de pesetas. Ella y su marido descansan en un precioso mausoleo de la capilla». (Fuente: www.gaztetxo.com)
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