Una boda en la Vitoria de antes
Al contemplar la imagen da la sensación de que los asistentes estén presenciando un acontecimiento mortuorio, pues no se atisba en sus rostros ni un ápice de alegría. Aunque en la realidad se celebra un enlace matrimonial, quizás en aquella época no fuese motivo de felicidad, a juzgar por los tristes semblantes de los familiares y curiosos. Pues sí, el lujoso vehículo con matrícula VI-74 no es un coche fúnebre, sino un coche de novios adornado para la ocasión con las mejores galas.
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