15 de julio de 1958
Mujeres en la procesión de la Virgen del Carmen, por la calle Dato
«Desde la celebración del Concilio de Trento, en el siglo XVI, las cofradas quedaron en un segundo plano del que todavía luchan por salir. No obstante, durante las últimas décadas se han producido una serie de avances en este aspecto que han puesto de manifiesto una interesante y muy necesaria intención del cambio por parte de las instituciones cofrades. Tras casi cuatro siglos, las mujeres han recuperado funciones relacionadas con la participación en las procesiones, ya sea como nazarenas o como porteadoras de andas, y han logrado formar parte de aspectos novedosos e inéditos del ámbito del gobierno a través del desempeño de cargos en las juntas de oficiales. Debemos poner en valor también su papel como creadoras intelectuales al servicio del arte sacro, alejándose así de aquella artesanía de siglos precedentes que sólo seguía el patrón dado por los grandes maestros». (Fuente: www.upo.es)
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