Año 1964 - (Autor: Foto ARQUÉ)
Una vida entre la muerte, la vocación de estos religiosos
Una vida entre la muerte, la vocación de estos religiosos
«Fray José María de Jesús Crucificado nació en La Zubia (Granada) en 1919 en el seno de una familia humilde. A los 21 años ingresó en el Desierto de Nuestra Señora de Belén, una congregación de Ermitaños situada en la serranía de Córdoba. Allí permaneció hasta 1952, año en la que se trasladó a Guadix (Granada) para materializar su ilusionante proyecto religioso, cuyo fin principal es enterrar a los muertos, una obra de misericordia que la Iglesia siempre entendió como meritorio y caritativo, ampliamente implantado en la tradición cristiana. La congregación se extendió rápidamente por los camposantos de otras ciudades españolas, entre ellos el Cementerio de Santa Isabel de Vitoria. Su labor más apreciada es el acompañamiento espiritual a las familias durante el entierro de los fallecidos, ofreciendo consuelo y esperanza. La congregación es la única en el mundo dedicada a enterrar a los muertos». (Fuente: Antonio Reyes Martínez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario