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Subiendo por las escalinatas de la iglesia de San Miguel
«El origen de las procesiones se sitúa en el teatro religioso. En la Edad Media se realizaban en las iglesias y eran escenificaciones que formaban parte de la liturgia. Estas obras se fueron transformando y sustituyendo a los actores por figuras de madera y tela. El inicio de estos desfiles data del siglo XVI, pero el asentamiento se produjo un siglo más tarde. Por aquel entonces, la iglesia se sintió amenazada por la reforma de Martín Lutero y pidió a los creyentes manifestar su fe. Las cofradías y hermandades, que surgieron en el siglo XV, promocionaron la celebración de estas procesiones. Es cierto que las escenificaciones han sufrido cambios a lo largo de la historia. En el siglo XVIII, los cofrades alumbraban con los cirios a las imágenes portadas por otros miembros de las cofradías y acompañadas por los cantos del clero. En el siglo XIX comenzaron a introducirse elementos como las bandas de música». (Fuente: www.lasexta.com)
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