5 de enero de 1958 - (Autor: Foto ARQUÉ) - (Fuente: AMVG)
La víspera de Reyes, una noche de ilusión y magia
«La magia de los Reyes Magos era mucha magia, se organizaban estupendas cabalgatas a las que acudíamos ilusionados intentando ver a nuestro Rey favorito entre toda la marabunta y de paso coger algún caramelo de los que la comitiva iba lanzando. A veces, uno de los Reyes nos miraba directamente y nos saludaba... Entonces se disipaban todas mis dudas: había sido bueno y esa noche tendría mis merecidos regalos... Luego, de vuelta a casa, a la cama prontito, que si los Reyes veían que estabas despierto no te dejaban nada, como nos decían nuestros padres con una fingida seriedad. Por supuesto, no había que olvidar dejarles algo de leche y unas galletas... y un poco de agua para los camellos, que estarían sedientos por el largo viaje...» (Fuente: www.tuche.es)
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