Año 1926 - (Autor: Pascual Marín) - (Fuente: Kutxateka)
Elegantes damas posan ante la cámara después de tomar un refresco
«Lo que realmente constituye el Parque de La Florida son las derivaciones de los paseos centrales en sinuosas sendas, que no se sabe dónde terminan ni a dónde conducen, pero que siempre nos llevan a un lugar apacible, con la caricia constante de un perfume delicado de su flora variada. Sobre los rústicos puentes de sus estanques podemos reclinar nuestro cuerpo en un ligero descanso, viendo el deslizarse tranquilos de los cisnes, ocas y patos, que son el entretenimiento de los niños, junto con los señoriales pavos reales, guardados en la caseta que se les construyó hace escasos años, junto a donde antes estuvo el invernadero de las plantas que adornan estos jardines. Los días ligeros corrientes del verano alegran los alrededores los kioscos de bebidas situados en la periferia del parque, en donde la gente degusta sus bebidas o bocados favoritos, mientras escucha la música y mira a los paseantes». (Fuente: Venancio del Val - año 1951)
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